Fincas de olivar en Lopera. Foto: Antonio Marín. |
Los últimos datos recopilados por COAG Jaén en las distintas
zonas productoras de la provincia confirma lo que ya avanzamos en el mes de
junio que las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han provocando
importantes pérdidas de fruto, que llegan al 50%, incluso más en las zonas de
secano.
La situación comienza a ser preocupante, porque lo que se
preveía como una cosecha media puede transformarse en media-baja. La ausencia
de precipitaciones unida a las altas temperaturas ha provocado que el olivo
tire más fruto de lo esperado, dándose problemas de cuajado irregular y zonas
con flores totalmente abortadas donde no merecerá la pena recoger la
cosecha.
Los secanos (alrededor del 50% del olivar de la provincia de
Jaén) presentan desde cosecha nula hasta 10/15 kilos, (en la cosecha finalizada
tuvieron una media de 50 kilos). Esto que se comenzó a ver en la zona de la
campiña se confirma ahora en las zonas más tardías de las sierras, donde de la
cosecha será un 30% de la recogida el año anterior. Hay zonas con la flor
totalmente abortada, en los que no merecerá la pena recoger la cosecha.
En los secanos frescos (tierras de mejor calidad)
especialmente en la zona de Porcuna y Martos, se está ha producido y continúa
produciéndose un aborto importantísimo de frutos.
En la zona de regadíos, después de un cuaje bueno también se
están abortando frutos. Y dependiendo de la dotación de agua, de cuando se haya
comenzado a regar y la aceituna que se consiga retener y de cuando se terminó
de recolectar en la campaña anterior habrá más o menos pérdidas.
El problema añadido es que no hay buenas previsiones de
lluvia para el verano y si las lluvias otoñales se retrasan se puede agravar
mucho más las pérdidas en la próxima cosecha de aceite.