El Ministerio destaca los efectos que el calor puede tener, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y personas con enfermedades crónicas, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre.
– Bebe agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed y con independencia de la actividad física que realice.
– Evita las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
– Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con
el calor, presta especial atención a: bebes, menores, mujeres
embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades
que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardiacas,
renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que
dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así
como el abuso de drogas o alcohol).
– Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refréscate cada vez que lo necesite.
– Procura reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
– Usa ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
– Nunca deje a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado
(especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades
crónicas).
– Consulta a tu profesional sanitario ante síntomas que se
prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas
temperaturas.
– Mantén tus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar composición y sus efectos.
– Haz comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el
sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.). Con el objetivo de
alertar a las autoridades sanitarias y a la ciudadanía con la suficiente
antelación de posibles situaciones de riesgo, Sanidad facilita
diariamente a las comunidades autónomas las predicciones de temperaturas
(máximas) elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) así
como los niveles de riesgo sanitario por altas temperaturas. Esta
información también está disponible para la ciudadanía en la página web
del Ministerio.
El Plan tiene en cuenta las temperaturas máximas previstas a tres días, las temperaturas observadas máximas y mínimas registradas el día anterior y las temperaturas umbrales máximas, establecidas en base a estudios epidemiológicos que han permitido relacionar el exceso de temperatura y la mortalidad. Además, se considera la persistencia en el tiempo del exceso de temperatura como factor de riesgo para la salud.