Concretamente, el seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Junto al seguimiento telefónico que se realiza a través de Salud Responde, que ya lleva realizadas más de 18.000 llamadas desde la puesta en marcha del plan, también se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor, y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Asimismo, desde la Consejería de Salud y Consumo se establece la coordinación necesaria entre las diversas instituciones y organismos implicados para que el Plan alcance a toda la población vulnerable en Andalucía.
Este plan se mantiene activado desde el 1 de junio y hasta el 15 de septiembre el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, dirigido especialmente a la población más vulnerable,
El objetivo principal de dicho plan pretende reducir el impacto sobre la salud de la población ante temperaturas de calor extrema propias del periodo estival. Para ello se establece un sistema de coordinación e intercambio de información entre las administraciones implicadas, centrando esfuerzos preventivos en poblaciones con riesgo de morbilidad y mortalidad y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.
De igual manera, se considera que debe prestarse especial atención a
los ámbitos domiciliarios de personas mayores, a residencias de ancianos
y a las áreas con alta marginalidad. Para ello se cuenta con los
distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos
Organismos competentes que participan en el Plan.
Plan de Actuación.
Con los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) todos los días, la Consejería de Salud y Consumo, a través del Servicio de Vigilancia y Salud Laboral de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, determina la previsión de las temperaturas máximas y mínimas para los cinco días siguientes, de forma que define los niveles de alerta en cada provincia, que son verde (si los umbrales máximos y mínimos no se van a superar en varios días), amarillo (si se van a superar en uno o dos días), naranja (si se van a sobrepasar en tres o cuatro días) o rojo (si las altas temperaturas se prevén para cinco días).
Desde los centros de Atención Primaria, gracias a las Enfermera Gestora de Casos y Enfermeras de Familia, se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
En todos los niveles de alerta se adoptan medidas inmediatas de alerta a todas las instituciones implicadas, y se da aviso a la población. Se elaboran informes de la situación existente en cada momento sobre el impacto de la temperatura sobre la morbilidad y mortalidad y se realiza un seguimiento de información y consejo desde Salud Responde, de todas las personas identificadas e incluidas en el seguimiento.
Además, si se activa el nivel rojo de alerta también se refuerzan los servicios sanitarios, tanto hospitalarios como de Atención Primaria, tal como se recoge en el Plan de Alta Frecuentación del Sistema Andaluz de Salud y se pone en marcha un plan de intervención local, en el cual, de manera coordinada entre los centros de salud, los ayuntamientos y protección civil, se identifican las personas en riesgo susceptible de traslado temporal de su domicilio a centros o locales aclimatados para el calor, durante las horas del día que sean necesarias.
Por otro lado, se establece un circuito de notificación incluido en
el propio Sistema de Vigilancia que recogerá información referente a los
efectos sobre la salud de los excesos de las temperaturas (morbilidad y
mortalidad producida directamente por el calor, patologías agravadas
por el exceso de la temperatura y número de urgencias atendidas al día
por los diferentes centros del Sistema Sanitario Público de Andalucía).
Es importante recordar que los fallecimientos que se registran por el
efecto del calor son los que se producen directamente relacionados con
las altas temperaturas y golpes de calor y no por las consecuencias que
provoca en enfermedades ya diagnosticadas o problemas crónicos que se
descompensan por este factor.
Recomendaciones frente al calor.
Las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas son: evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos, moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día, etc.