martes, 1 de noviembre de 2011

Día de Todos los Santos en Lopera.


A pesar de ser una celebración fundamentalmente religiosa, en Lopera el día de Todos los Santos ha dejado un poco de lado ese cariz y se ha convertido en una jornada festiva en el que las familias acuden al camposanto a honrar la memoria de aquellos que se fueron.
Durante siglos los muertos se enterraban dentro de las iglesias, templos parroquiales o conventos. Los ricos, los nobles y los clérigos se enterraban en las capillas que se mandaban construir para ellos. Fue en el siglo XIX cuando se puso fin a la poco saludable costumbre de enterrar a los muertos en los templos. Entonces comenzaron a construirse cementerios en las afueras de las ciudades y pueblos. Sin embargo, la persona más antigua enterrada en el cementerio municipal de Lopera data del año 1697.
Esta conmemoración del día de Todos los Santos es una mezcla entre pagana y religiosa. No es extraño que esta festividad del culto a los muertos tenga lugar justamente en otoño. Las fiestas de Todos los Santos y Difuntos son, en sus raíces, fiestas otoñales que anuncian la inminente llegada del invierno. En definitiva, un momento de reencuentro entre el mundo de los muertos y el de los vivos.