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Un agricultor circula con su tractor por una carretera de Lopera. |
COAG-Jaén
pide una mayor sensibilidad por parte de la Tesorería de la Seguridad Social a
los problemas de los agricultores para gestionar su documentación, atendiendo a
las peculiaridades que posee este sector.
La
Tesorería de la Seguridad Social ha informado de que a partir de este mes de
febrero, los agricultores deben comunicar los jornales en los seis primeros
días de cada mes natural. Si no se comunican en este plazo, los agricultores
serán sancionados. Un tiempo insuficiente, según COAG-Jaén, por lo que la
entidad debe ser más flexible en este sentido, atendiendo a las características
especiales del sector agrario, como es la gran temporalidad en las
contrataciones y el hecho de que una gran mayoría de las empresas son de muy pequeño
tamaño, lo que complica la gestión burocrática.
Además,
la Coordinadora considera un auténtico despropósito que cuando un empresario dé
de alta a más de diez trabajadores un mes –lo que ocurre en muchos casos
durante la campaña oleícola- tiene que estar pagando una cuota de autónomo más
elevada durante un año completo, aunque durante los siguientes meses no tenga
ningún trabajador a su cargo. De la misma forma, una vez cumplido ese periodo
de un año, debe acudir a la Seguridad
Social para solicitar la bajada de la cuota, ya que la Tesorería no le aplica
el descenso de forma automática.
Por
todo ello, COAG-Jaén ha solicitado una reunión con la Tesorería de la Seguridad
Social para tratar directamente estos temas y pedir una ampliación en el plazo de
comunicación de jornales, además de un descenso en la cuota de la Seguridad
Social cuando no se tengan más de diez trabajadores contratados. Un problema
que afecta a todo el sector en la provincia, principalmente en los meses de
campaña, de noviembre a febrero.
El
secretario general de COAG-Jaén, Juan Luis Ávila, aclara que “la Tesorería de
la Seguridad Social deben otorgar un tratamiento diferenciado por sus peculiaridades
en aspectos como estos y otorgar más flexibilidad en el tratamiento de las
diferentes gestiones burocráticas, al igual que ya cuenta con excepciones a
nivel fiscal. Los agricultores ya deben enfrentarse a problemas como el de
aportar obligatoriamente un certificado digital para realizar muchos de estos
trámites, por lo que no es comprensible que se dificulte aún más la gestión.