Este registro de rúbricas ha venido acompañado de la caravana informativa de SOS Rural, en la que tres camiones han recorrido Sevilla informando a todos los ciudadanos de esa tala del mar de olivos andaluz que está permitiendo el Gobierno de la Junta de Andalucía. “Juan Manuel Moreno Bonilla está especulando con nuestros territorios más fértiles, talando olivos de alto valor productivo para instalar megaplantas solares y entregando algo tan valioso para una región, para un país, como son sus agricultores, sus territorios más fértiles y su soberanía alimentaria”, ha lamentado Corbalán.
Esta reunión, clave para el futuro del olivar andaluz, permitirá a SOS Rural y a Campiña Norte —entre otros asuntos— exigir la aprobación del procedimiento de evaluación ambiental del Plan Especial para la ordenación de actuaciones vinculadas a la generación de energía solar fotovoltaica en el término municipal de Lopera (Jaén), promovido por el Ayuntamiento de este municipio jienense. Este Plan, remitido a la Consejería de Sostenibilidad el pasado 22 de abril —junto a su Documento Ambiental Estratégico—, permitiría al Consistorio loperano suspender temporalmente la concesión de nuevas licencias de obra para parques solares, conforme al artículo 78 de la Ley 7/2021, de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). Además, SOS Rural reclamará no emitir la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para el cuarto proyecto fotovoltaico, competencia exclusiva de la Delegación de Medio Ambiente en Jaén, que es un requisito previo indispensable para que el proyecto sea declarado de utilidad pública por la Consejería de Industria.
Reuniones con todos los grupos.
La solicitud de esta reunión por parte de SOS Rural llega tras el encuentro celebrado el pasado 22 de mayo con Jorge Paradela, consejero de Industria, Energía y Minas, en la que el alto cargo del Gobierno andaluz no asumió ningún compromiso concreto sobre la paralización de los proyectos: “Aquella reunión concluyo con una sensación agridulce, ya que la tala de olivos no va a detenerse a base de buenas palabras”, lamenta Rafael Alcalá, portavoz de Campiña Norte contra las Megaplantas Solares.
A lo que añade Rafael Alcalá, “Nos causa desilusión que la clase política intente desprestigiarnos al tratarnos como bulo, como números o infravalorando las cifras que aportamos. ¡NO!, no se van a eliminar 100.000 olivos en Lopera, Arjona y Marmolejo… ¡Menos mal!, parece que molesta mucho que no se vayan a arrancar y por eso somos un bulo, la lucha y el trabajo de estos 11 meses ha tenido su fruto; solo se han arrancado, hasta ahora, unos 5.000. Pero para que quede claro de donde salió esa cifra, gracias a Greenalia la podemos confirmar con los datos que ella misma aporta en noticia de 28 de mayo al medio digital “ECONOMÍA DIGITAL GALICIA”, la empresa confirmaba que se presentaron 9 proyectos que hubiesen ocupado 906 Hectáreas, más la de FRV Arroyadas hubiesen sido 10 proyectos con más de 1100 Hectáreas. afectadas, es decir hubieran estado en riesgo más de 110.000 olivos. Pero gracias a la voluntad y lucha de sus propietarios se han reducido a 7 plantas y algo más de 500 Hectáreas, suponiendo la posible tala de 36.022 olivos (confirma Greenalia en la misma noticia), y no contamos los de FRV Arroyadas que serían en torno a 13.000 olivos más, y decimos suponiendo porque lucharemos para que no sea ninguno. Sea cual sea la cifra está lejos de la afirmada por el consejero de Industria, y los distintos representantes del PP, que tantas veces han repetido que sólo serán 13.000 olivos, ¿de dónde se sacan esa cifra? Que la expliquen, porque la propia empresa los desmiente. ¿Quién miente más?”.
Además de estas reuniones con el Gobierno de la Junta, SOS Rural ha mantenido encuentros con todos los grupos parlamentarios de la Cámara —menos con el Partido Popular, que ostenta el gobierno andaluz, que no respondió a la petición de encuentro—. “Los políticos deben entender que la sociedad civil organizada no va a permitir de ninguna manera la transformación territorial del mítico mar de olivos andaluz, un destrozo irreparable que trae consigo graves consecuencias económicas y sociales”, explica Corbalán.
Un problema de toda España.
No obstante, este ecocidio no es exclusivo de Andalucía, sino que es un mal endémico de toda España. Un buen ejemplo de ello se observa en la Región de Murcia, otro de los grandes epicentros del desarrollo de la energía solar fotovoltaica en nuestro país que, gracias a sus más de 3.000 horas de sol al año y una elevada irradiación solar, es un lugar con condiciones excepcionales para la producción de electricidad a partir del sol. “Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual de renovables, más de 300 km² de suelo agrícola habrán sido transformados en parques solares para 2030, lo que equivale al 5% de la superficie del sureste español”, denuncia Corbalán, aludiendo a un reciente estudio de la Universidad de Murcia (UMU).
Esta transformación del paisaje está afectando de forma directa a los usos tradicionales del territorio, de tal modo que gran parte de las tierras ocupadas por instalaciones solares proceden del abandono de cultivos de secano —que representan en torno al 60% del suelo transformado—, de zonas de matorral o baldío —30%— e, incluso, de regadíos productivos —10%—, según el reciente informe Cambios en el uso del suelo debido al desarrollo de la energía solar fotovoltaica en la Región de Murcia. “Es imperativa una organización territorial más rigurosa, apoyada en mapas de idoneidad, que hagan viable compatibilizar los objetivos del Pacto Verde Europeo con la protección del suelo agrícola, el paisaje y el desarrollo rural”, afirma Corbalán.