Campos de olivar en la provincia de Jaén. Foto: Junta de Andalucía. |
COAG Andalucía está recopilando datos de las distintas zonas
productoras y la conclusión es unánime: las altas temperaturas y la
falta de precipitaciones están provocando importantes pérdidas de fruto,
que llegan al 50% en provincias como Jaén o Sevilla.
La situación comienza a ser preocupante, porque lo que se preveía
como una cosecha media puede transformarse en media-baja. La ausencia de
precipitaciones unida a las altas temperaturas ha provocado que el
olivo tire más fruto de lo esperado, dándose problemas de cuajado
irregular y zonas con flores totalmente abortadas donde no merecerá la
pena recoger la cosecha.
Con estas previsiones y ante la ilógica situación de los precios en
origen del aceite de oliva (cotizaciones desplomadas cuando la
producción mundial está por debajo del consumo y cuando nuestro país
cuenta con casi el 80% de las existencias totales), nuestra cosecha es
la que permitirá abastecer el mercado, por lo que COAG Andalucía
recomienda no ceder a las maniobras especulativas y no malvender el
producto.
En Jaén se ha perdido en torno al 50% del fruto. Los secanos (que suponen la mitad del olivar de la provincia) presentan desde cosecha nula hasta la mitad de una cosecha media. Algo mejor se encuentra la zona de regadío, aunque después de un cuaje bueno también se están abortando frutos. Dependiendo de la dotación de agua que haya cuando se comience a regar, el rendimiento puede variar, pero la previsión es puede estar entre un 50% y la normalidad.
En Jaén se ha perdido en torno al 50% del fruto. Los secanos (que suponen la mitad del olivar de la provincia) presentan desde cosecha nula hasta la mitad de una cosecha media. Algo mejor se encuentra la zona de regadío, aunque después de un cuaje bueno también se están abortando frutos. Dependiendo de la dotación de agua que haya cuando se comience a regar, el rendimiento puede variar, pero la previsión es puede estar entre un 50% y la normalidad.
En la provincia de Sevilla se da una situación similar, y las
expectativas son de cosechas medias bajas o muy bajas, con mucho
azofairón. En Málaga también se prevé que la cosecha puede reducirse a
la mitad de un año normal y en Cádiz, de momento, la pérdida puede
rondar el 30%.
Por lo que respecta a Córdoba, hay situaciones dispares en las
distintas comarcas, con mejor situación en la zona de la Subbética
(porque sus variedades son más tardías y su floración y cuaje de momento
son normales) y en el Medio Guadalquivir, que al disponer de riego
soporta mejor la ausencia de lluvias, pero que aún así presenta una
floración y polinización inferior respecto a un año normal, con una
merma que ronda el 10%.
En la zona de Los Pedroches, debido a la escasa pluviometría, los
olivares están prácticamente vacíos, con escasa floración y cuaje
irregular. Lo mismo ocurre en Sierra Morena, aunque sus suelos son algo
más fértiles y han tenido mayor floración, pero también un cuaje
irregular, con distintos tamaños de aceituna en el mismo racimo. En el
Alto Guadalquivir y la Campiña, zonas prácticamente de secano, el olivar
presenta más hojas que floración, y la escasez de lluvia y las altas
temperaturas han afectado al cuajado. Se esperan mermas que rondarán el
20%.