Campos de olivar en Lopera. |
La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, ha confirmado al Consejo de Gobierno
que Andalucía perderá 902,5 millones de euros con la Política Agrícola
Común (PAC) para el periodo 2014-2020. De acuerdo con las cuentas
realizadas por su departamento, y una vez conocida la asignación
definitiva de derechos de pago básico el pasado 31 marzo, este recorte
duplica la previsión que realizó la Junta en 2014.
La pérdida final en el capítulo de ayudas directas a los
agricultores y ganaderos de la comunidad alcanza los 616,5 millones de
euros. A ello se suman 286 millones en fondos de desarrollo rural que el
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recortó a
Andalucía, única de las 17 comunidades autónomas a la que se le redujo
este presupuesto (211 millones de fondos europeos y 75 de la
cofinanciación estatal).
En el caso de las ayudas directas, Carmen Ortiz ha subrayado
que los agricultores y ganaderos andaluces sufrirán un recorte que el
Ejecutivo central siempre negó, pese a las advertencias de la Junta. En
este sentido, ha recordado que el exministro de Agricultura, Miguel
Arias Cañete, calificó en su momento de "disparatadas" las estimaciones
iniciales de la Administración autonómica -ahora muy por debajo de las
definitivas- y llegó a garantizar que el sector agrario andaluz perdería
como mucho el 0,67% en ayudas directas (60 millones de euros), cuando
la realidad es que va a perder un 6,29% (616,5 millones).
La consejera ha destacado que la rebaja en este capítulo de
pagos directos se debe a dos medidas del Gobierno de España, que no
venían impuestas por Bruselas. La primera de ellas consiste en aplicar
un recorte del 8,64% en todos los derechos de pago único, lineal en
lugar de progresivo, como defendía la Junta. Esto representa una pérdida
total de 37,4 millones anuales, lo que suma 261,9 para todo el periodo
2014-2020. Carmen Ortiz ha señalado que ello supone "el mismo porcentaje
de recorte para todos, en lugar de reducir más a los que más cobran".
Esta rebaja afecta además, por primera vez en la historia de la PAC, a
los beneficiarios de menos de 5.000 euros, que en el caso de Andalucía
suman más del 80% del total, unos 208.000 agricultores. Para ellos la
reducción se cifra en un 16% respecto a los importes recibidos durante
el anterior marco de apoyo.
La segunda de las medidas ha sido la puesta en marcha en
2015 de un nuevo modelo de ayudas directas que incrementa el presupuesto
de las denominadas "asociadas" (aquellas que priman la producción en
cultivos con especiales dificultades) pero excluye a sectores andaluces
de gran importancia social y económica en riesgo de abandono, como el
olivar en pendiente (más de 400.000 hectáreas, el 76% del total
nacional), el trigo duro (220.000 hectáreas, 60%) o la uva pasa. La
reducción del montante del pago básico para incrementar el de estas
ayudas asociadas se calcula en 59,1 millones de euros anuales, lo que
supondrá una pérdida total de 354,6 millones de euros hasta 2020.
Respecto a los cultivos que sí se incluyen, el diseño de las
ayudas se ha hecho a medida del tipo de producción de otras
comunidades, sin tener en cuenta las necesidades específicas de
explotaciones andaluzas como la remolacha o el caprino de leche.
La consejera ha destacado que, en la Conferencia Sectorial
de Agricultura y Desarrollo Rural Estado-Comunidades Autónomas prevista
para el próximo mes de julio, la Junta seguirá insistiendo en que se
incluya a los sectores estratégicos del campo andaluz que el Ministerio
ha dejado fuera de este tipo de apoyos.
Carmen Ortiz ha destacado que los 902,5 millones de pérdida
total equivalen, entre otras cantidades, al 0,6% del Producto Interior
Bruto regional o a la que supone la renta de 52.600 andaluces.
Por provincias, todas se ven afectadas respecto al anterior
periodo 2007-2013, aunque son Jaén y Córdoba las que sufren mayores
recortes en las ayudas directas, con 272,1 y 109,6 millones de euros,
respectivamente, sobre un total de 616,5 millones de pérdidas para
Andalucía. Estas dos provincias presentan una elevada proporción de
pequeños agricultores (que reciben menos de 5.000 euros), además de una
fuerte implantación de sectores que han sido excluidos de las ayudas
asociadas, como el olivar. Les siguen Granada, con una pérdida de 85,1
millones para el nuevo periodo; Sevilla, con 58 millones, Málaga (46,8);
Cádiz (20,1); Almería (13,6), y Huelva (10,7).