Hospital Comarcal de Andújar. Foto: Antonio Marín. |
Las urgencias de los hospitales públicos andaluces reforzarán la vigilancia y la identificación de pacientes y los protocolos de altas,
además de introducir cambios en los sistemas informáticos que refuercen
estas medidas y permitan asegurar que la asistencia se presta con las
máximas garantías de seguridad y calidad, especialmente en los pacientes más frágiles y que vienen sin acompañantes. Asimismo, se intensificará el control del número de acompañantes
que pueden estar dentro de estos espacios y que, en épocas de mayor
demanda, dificulta el trabajo asistencial de los profesionales y la
vigilancia de los pacientes.
Lo ocurrido en las urgencias de los hospitales de Úbeda y Antequera se
ha analizado de manera rigurosa y exhaustiva por los profesionales de
Urgencias y el equipo directivo de ambos hospitales, pero también por
las comisiones de seguridad correspondientes y el equipo del Plan
Andaluz de Urgencias y Emergencias.
Medidas propuestas.
Son un total de cinco áreas de mejora las
identificadas y que deben protocolizarse para que la actuación en las
urgencias hospitalarias sea homogénea. Así, como medida fundamental se
encuentra asegurar la identificación inequívoca y segura de los
pacientes. Una pulsera que incluya el nombre y el apellido de cada paciente será previsiblemente el método de identificación que se exigirá en todas las Urgencias.
Otra medida clave es la vigilancia y el control que se hace de los pacientes en las estancias de espera. El equipo asistencial asignado a cada paciente
a partir de su clasificación es el que debe prestar los cuidados que
necesite el paciente durante toda su estancia en las Urgencias, por lo
que es necesario establecer un control periódico para conocer su
situación clínica. Según la consejera, se están valorando diferentes alternativas,
como puede ser la designación de personal específico dedicado a ello,
la realización de rondas periódicas, etc. En cualquier caso, como ha
subrayado la consejera de Salud, Marina Álvarez, se considera muy importante agrupar en espacios o zonas diferenciadas, con vigilancia más estrecha y permanente, a aquellos pacientes más vulnerables y frágiles, con problemas de comunicación o que acuden solos.
En lo referido al protocolo de altas, cuando no se localice al paciente tras varias llamadas, se exigirá que los profesionales realicen una búsqueda activa
paciente a paciente. En muchas ocasiones, tal cual ha explicado la
consejera de Salud, los pacientes abandonan las urgencias
voluntariamente antes de finalizar su asistencia y lo hacen sin avisar
al personal de Urgencias, por lo que se procede a cursar su alta cuando
no se puede localizar. También se plantean controles a la salida, localización por radiofrecuencia y tener anotados teléfonos
de pacientes y acompañantes, entre otras propuestas que deben
perfilarse ahora con las aportaciones de todos los responsables de
Urgencias en Andalucía.
Para Álvarez, los pacientes frágiles y más vulnerables requieren una atención especial,
haciendo referencia a personas dependientes o con dificultad de
relación con el medio (vengan o no acompañados) y pacientes que acuden
solos (aunque en ese momento tenga un estado general que no requiera una
asistencia especial), principalmente. Para reforzar su vigilancia, se
plantean medidas identificativas y organizativas y modificaciones en el sistema informático que registra los episodios urgentes en la Historia Clínica Digital del paciente.
En lo referido a medidas identificativas, se plantea el uso de pulseras con color diferente. Las medidas organizativas están referidas a asegurar que se encuentran en salas de espera diferenciadas,
donde se agrupa a los pacientes de mayor gravedad clínica. Cuando sólo
exista una sala de espera, se dispondrá el espacio de manera que puedan agruparse los pacientes por gravedad y fragilidad. En dichas salas, tendrán una vigilancia más estrecha y su búsqueda siempre será personalizada.
En el sistema informático se han propuesto
varios cambios, como es la adscripción de la enfermera referente para
cada paciente desde el momento de triaje, igual que ya se asigna al
personal facultativo. También se trabajará para que, cuando se supere el
tiempo máximo de espera aconsejable en un nivel de prioridad, el sistema informático asigne automáticamente el siguiente nivel de mayor prioridad,
previniendo así demoras en pacientes que pueden experimentar un cambio
de evolución. El sistema informático también podrá asignar colores para cada paciente, igual que se propone con las pulseras identificativas.
Con todo ello, se reforzarán las señales de alerta necesarias
para un mejor control de los pacientes vulnerables y de aquellos que
acuden solos y pueden tener dificultad para comunicar un empeoramiento
de su situación clínica, ha puntualizado Álvarez.
Por último, la consejera ha expresado que es necesario que
la población sea consciente de que cuando acude a un Servicio de
Urgencias, tiene que respetar unas normas cuyo único fin es garantizar
la seguridad en este espacio donde se atienden cientos de personas en
cada centro, por lo que, aunque actualmente se advierte de que sólo puede pasar un familiar por paciente,
se tendrá que reforzar el control de esta medida y asegurar que se
cumple en todo momento. En este punto, ha insistido en que en periodo de
alta frecuentación, la presencia de más familiares de lo permitido
dificulta el trabajo asistencial y de vigilancia.
"Me consta que todos nuestros profesionales y equipos
directivos son conscientes de la trascendencia de estos protocolos y de
que se comprometerán con su cumplimiento en aras de la seguridad y la calidad de la asistencia que prestamos ya", ha añadido la máxima responsable de la sanidad pública andaluza.