Aceite de oliva en una almazara de la provincia de Jaén. Foto: Diputación de Jaén. |
La Coordinadora de Organizaciones
de Agricultores y Ganaderos (COAG) expresa su satisfacción por la consolidación
del alza de los precios de la aceite de oliva
(+8,5% de media en las tres categorías), tal y como ya vaticinó COAG
hace un par de semanas. Desde el 28 de mayo, el aceite de oliva lampante ha subido
de 2,15€/l a 2,45€/l, el virgen de 2,35€/l a 2,50 y el virgen extra de 2,50€/l
a 2,65€/l.
El
responsable del sector de olivar de COAG,
Gregorio López, subraya ha valorado que “al final los datos objetivos se
impongan a las estrategias comerciales y que este sector tenga la madurez
suficiente para enfrentarse a las prácticas especulativas”. “Una madurez
–añade- que hace años era impensable y que ha demostrado que le sector es capaz
de interpretar los datos y las variables objetivas para enfrentarse a las
estrategias de parte de la cadena de distribución”.
Hace unos días, COAG ya apuntó que se había extendido la
idea de que nos encontramos en una situación de excedente de producto en el
mercado cuando no es así. Sin embargo, según las previsiones que recoge el
Ministerio de Agricultura (basadas en las previsiones del Comité Oleícola
Internacional) las existencias que se prevén a final de la actual campaña son
muy parecidas a las que hubo en la pasada. En la campaña 2017/18 se estiman
unas existencias a final de la presente campaña de 315.000 toneladas de aceite,
mientras que en la 2016/17 fueron 305.000 toneladas. “La diferencia es prácticamente inapreciable, de tan sólo 10.000 toneladas
en todo el territorio español. Esto nos lleva a concluir que es totalmente
falso que exista excedente de producto” ha afirmado el responsable de
olivar de COAG.
En segundo lugar, COAG recordó la
elevada cosecha de los países productores, principalmente los del arco
mediterráneo. Si tenemos en cuenta la acusada tradición vecera de estos países,
todo apunta a que la presente campaña será bastante inferior a la actual. Esto
nos hace plantearnos que no habrá superproducción de aceite en la campaña venidera.
Y para ello nos sustentamos en el hecho de que aunque en España –en el mejor de
los escenarios- la próxima campaña fuese superior a la actual, no vendría a
compensar la importante reducción que se producirá en el resto de países
productores. En nuestro país, la lluvia llegó muy tarde al olivar, la floración
se encuentra retrasada y en ningún caso es excepcional, sino más bien
aceptable.
Por último, existe un tercer factor
importante a tener en cuenta en el mercado del aceite de oliva. Y es que nos encontramos
en una situación en la que durante la campaña se ha comprado sobre todo fuera
de España. Las previsiones es que, una vez agotadas sus existencias, los
compradores dirijan su mirada al mercado español.
Desde COAG consideramos que todos
estos motivos dibujan un escenario de oferta contenida y demanda creciente.