Los porcentajes, sin embargo, son más preocupantes en cuanto a los resultados de las pruebas de droga. Así, de los 32 conductores a los que se les ha hecho el test salival para comprobar la presencia de estupefacientes en el organismo, 6 han dado positivo, es decir más del 18 por ciento.
Máxima colaboración de la Policía Local.
Como viene siendo habitual en las campañas que lleva a cabo la DGT, la colaboración de la Policía Local ha sido muy importante, ya que los controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como urbanas.
Pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico continuarán efectuando controles de alcohol y drogas a los conductores a cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos a conducir si han consumido estas sustancias.
Tolerancia cero reflejada en la nueva Ley de Seguridad Vial.
La apuesta de la DGT por impedir que los conductores se pongan al volante tras haber ingerido algún tipo de sustancia psicoactiva es lo que ha llevado a este organismo a incrementar las sanciones y poner en el punto de mira a los reincidentes.
La Ley de Seguridad vial fija las tasas máximas de alcohol permitidas
para los conductores, así como la prohibición de conducir con presencia
de drogas en el organismo. En este caso se está ante una infracción
administrativa. Así, el castigo por conducir con presencia de drogas en
el organismo alcanza los 1.000 euros de multa y la retirada de 6 puntos.
En el caso del alcohol la multa es de 500 euros, excepto si la tasa
supera el doble de la permitida o si el conductor es reincidente, es
decir, aquel que hubiera sido sancionado en el año inmediatamente
anterior por dar positivo en alcohol. En estos dos casos la sanción
también es de 1.000 euros.