Un vehículo de transporte escolar. Foto: Antonio Marín. |
Desde
hoy y hasta el viernes 23 de febrero, los autocares dedicados al transporte
escolar serán objeto de vigilancia por parte de los agentes de la Agrupación de
Tráfico de la Guardia Civil, dentro de las campañas de seguridad vial que
anualmente realiza la Dirección General de Tráfico para prevenir accidentes en
este tipo de transporte.
Durante los
cinco días de duración de la misma, los agentes intensificarán las
inspecciones, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener
dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio. Asimismo,
los agentes verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad
del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales
que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los
tiempos de conducción y descanso.
La seguridad
es la máxima prioridad en este tipo de transporte y las cifras de
siniestralidad anuales reflejan que éste es un sector seguro, especialmente, si
se toma como criterio de comparación el número de fallecidos por viajero
–kilómetro recorrido
Según Gregorio
Serrano, director de la DGT “la movilidad
segura de los menores es una de las prioridades del organismo. Cada día son miles
los alumnos que utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a
casa, por eso tenemos que seguir comprobando que esos desplazamientos se
realizan de forma segura”. Además “con
este tipo de campañas recordamos a los padres el derecho a exigir a los centros
educativos o a las asociaciones de padres para que los autobuses que se
encarguen del transporte escolar cumplan todos los requisitos normativos para
realizar este tipo de transporte”
La
velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los
accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos, por lo que se
controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros
aparatos que supongan distracción. También se incrementarán los controles de
alcohol y otras drogas entre los conductores.
Asimismo,
el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen
lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes
inmediatos. En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción
del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitar
este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con
tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
Debido
a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se
prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que
los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos ya lo
tienen incorporado.
Según
diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las
lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que
correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y
reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas.
Desde octubre
de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados
estos sistemas de retención.
Como es
habitual en este tipo de campañas, también se ha invitado a los municipios a
sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea
tanto en zona urbana como en interurbana.