Un instante de este pregón de feria. Foto: Antonio Marín. |
La pregonera
recordó en su discurso retazos de su infancia y juventud vividos
intensamente en torno a la feria de su pueblo, sin olvidar las fiestas y
costumbres locales.
Volvió
atrás en el
pasado para recordar aquellos días de su tierna niñez vivida junto a sus padres y familiares, cuando llegaba la Feria de
los Cristos y vivía momentos muy entrañables.
Desgranó las cosas que más le gustaban de la Feria y detalló los rincones más entrañables del bello pueblo de Lopera. Realizó
un
repaso a sus vjvencias cuando era joven y llegaba la Feria
de Lopera, para ello relató sus recuerdos sobre las tunas y la sincera
amistad que mantenía con sus amigas y su actual marido.
A las tunas le dedicó un capítulo especial, pues recordaba con añoranza aquel año 1998 en la casa de Amalia Santiago, donde las diversas tunas inundaron con sus capas la madrugada de aquella feria. Mantenía recuerdos muy profundos sobre esta tradición de las tunas y consideró que no debería perderse para que sea testigo de las siguientes generaciones.
A las tunas le dedicó un capítulo especial, pues recordaba con añoranza aquel año 1998 en la casa de Amalia Santiago, donde las diversas tunas inundaron con sus capas la madrugada de aquella feria. Mantenía recuerdos muy profundos sobre esta tradición de las tunas y consideró que no debería perderse para que sea testigo de las siguientes generaciones.
Quiso destacar los
principales monumentos históricos con que cuenta Lopera: Castillo,
Iglesia, Ayuntamiento, la Tercia y Ermitas, y resaltar la importancia de este patrimonio histórico.
Asimismo,
quiso destacar los orígenes de la Feria de los Cristos que se remonta al siglo XVII y recordó con nostalgia aquellas Alboradas del Cristo Chico a primera hora de la mañana de un lunes de la Feria.
No quiso terminar su pregón sin recordar aquellas actividades culturales que existían antes de la Feria, los conciertos musicales de los años de su juventud, su intensa actividad en el coro parroquial, y como no aquella fuente que había en el Jardín Municipal que fue testigo de muchas vivencias de feria.
No quiso terminar su pregón sin recordar aquellas actividades culturales que existían antes de la Feria, los conciertos musicales de los años de su juventud, su intensa actividad en el coro parroquial, y como no aquella fuente que había en el Jardín Municipal que fue testigo de muchas vivencias de feria.
En definitiva, su
pregón fue costumbrista y estuvo impregnado de fuertes matices
nostálgicos. Su juventud y niñez fueron recordados con gran añoranza por el largo tiempo transcurrido.
Tras el pregón se llevó a cabo la coronación de las Reinas Mayor e Infantil de las Fiestas. Como Reina Mayor de la feria resultó elegida Francis Palomo Moral y como Reina Infantil María Coca Muñoz.