Camino de Cucarrete en Lopera. Foto: Antonio Marín. |
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo
Sostenible ya ha remitido al Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la
orden de ampliación del plazo para la presentación de solicitudes de
participación en el Plan de Mejora de Caminos Rurales de Andalucía (Plan
Itínere) hasta el próximo 7 de febrero a petición de los propios ayuntamientos.
Este plan cuenta con un presupuesto global de 75 millones de
euros para 2020 y 2021. La principal novedad es que se que cubrirá el 100% de
la inversión elegible al tratarse de actuaciones directas de la administración
pública en infraestructuras declaradas de interés general. Estos incentivos
estarán cofinanciados con recursos del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo
Rural (Feader).
La extensión del plazo durante dos semanas con respecto al
inicialmente fijado, que concluía el 24 de enero, permitirá a las entidades
locales un periodo extra para la elaboración de las propuestas de actuación
como venían solicitando. Este trámite se realizará, preferiblemente, de forma
telemática.
El ‘Plan Itínere’ tiene un marcado carácter municipalista,
ya que se dirige a respaldar directamente a localidades con alto grado de
actividad agrícola, y su puesta en marcha responde a la necesidad actual de dar
un nuevo impulso a actuaciones en caminos rurales. Para ello, ofrece una
cobertura total de la inversión que las entidades locales deberían llevar a
cabo para hacer frente a las obras de mejora y al mantenimiento de las vías. A
lo largo de la geografía andaluza existe una amplia red de caminos rurales (más
de 50.000 km) en los que actualmente se observan deficiencias estructurales o
geométricas que es necesario reparar dada su incidencia directa en la
rentabilidad y el potencial productivo de las explotaciones, y desde la Junta
de Andalucía se apuesta por la financiación al 100% de estas obras para
facilitar su desarrollo.
Por tanto, podrán beneficiarse del ‘Plan Itínere’ todos
aquellos ayuntamientos andaluces titulares de caminos rurales donde sea
preciso, como establece el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía
2014-2020, llevar a cabo inversiones en activos fijos, en infraestructuras
relacionadas con el desarrollo, la modernización o la adaptación de la
agricultura, así como para mejorar otros equipamiento rurales como, por
ejemplo, los que inciden en la optimización de los recursos energéticos y que
mejoran la dinamización del mercado de la tierra.
Los principales objetivos de esta iniciativa de la Junta de
Andalucía son, por un lado, ofrecer soluciones técnicas que minimicen la
vulnerabilidad de estos caminos frente a los efectos climatológicos adversos,
así como sus costes de conservación y mantenimiento. Además, el Gobierno
andaluz persigue también mejorar y desarrollar las infraestructuras necesarias
para el acceso a las superficies agrarias de mayor utilidad para el sector y la
sociedad en general, ya que al permitir la llegada de los vehículos y la
maquinaria necesarios para la realización de las labores propias de las
explotaciones, se avanza en el refuerzo del tejido social, la dinamización del
tejido productivo y la fijación de la población a las zonas rurales.
A estos fines se suma también la reducción del tiempo y los
costes de acceso de los productos e insumos agrarios al mercado, aumentando así
la competitividad de las explotaciones agrícolas y ganaderas y potenciando el
desarrollo rural en los municipios andaluces a través de una mejor conexión
entre los núcleos de población y los centros de producción.
En concreto, entre las actuaciones que se subvencionan a
través del ‘Plan Itínere’ se encuentran la reposición o la estabilización del
firme de los caminos rurales, la consolidación de las bases y labores que
inciden en drenajes, cunetas, escolleras y gaviones. Asimismo, también se
respalda la mejora de la señalización horizontal y vertical de estas vías y la
redacción de los proyectos relativos a estas obras.
En cuanto a los criterios de selección de las solicitudes
que se presenten a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo
Sostenible, destaca en primer lugar la longitud del camino en el que se actuará
en cada iniciativa, teniendo también en cuenta el número de terrenos inscritos
en el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac) de uso
agrario que se encuentran en la zona de influencia de las infraestructuras (a
250 metros a cada lado del camino).
Otras cuestiones valoradas para la baremación de las
peticiones de ayuda son la orientación productiva de las explotaciones ubicadas
cerca de la vía, priorizando las parcelas regables; si el camino da servicio a
instalaciones colectivas de uso agrario como, por ejemplo, centros de acopio de
residuos, alhóndigas o cooperativas; y el número de fincas agrarias registradas
en el término municipal donde se ubica la vía rural.