La falta de lluvia afecta a los cultivos de secano. Foto: Pixabay.. |
La ausencia de precipitaciones en los últimos meses en la
provincia de Jaén, donde prácticamente no ha llovido nada desde el mes de mayo,
está afectando a olivar de la provincia, especialmente al de secano, haciendo
que no almacene los hidratos de carbono necesarios que luego se transforman
en la materia grasa, lo que finalmente provocaría una cosecha peor a la
esperada.
La situación del olivar era buena y todo hacía vaticinar que
podría haber una cosecha media, sin embargo la falta de lluvia en los últimos
cuatro meses, cuando el olivo necesita más agua para su maduración y la
formación del rendimiento graso, está haciendo que el árbol sufra estrés
hídrico.
Según los técnicos de COAG Jaén, los olivos de secano de la
provincia tienen mucha aceituna y de buen tamaño, pero debido a la falta de
agua el árbol se encuentra parado y cada día que pase sin lluvias hace bajar el
rendimiento del fruto y por tanto la productividad del mismo.
Además esto afecta al recomendado adelanto de la cosecha,
para evitar rebrotes de casos de la COVID-19, y obtener aceites de mayor
calidad, ya que el fruto no estará en condiciones para su recolección, por
estar arrugado y no maduro.
El olivar de riego también se está comenzando a ver
afectado, el agua solo está sirviendo para mantener el olivar, y las dotaciones
de agua están casi agotadas.
Además, si continúa sin precipitaciones durante este mes de
septiembre, a la falta de rendimiento, se unirá la caída del fruto y si se
prolonga al mes de octubre, la sequía afectaría al árbol.
En el mes de agosto, según el Sistema Automático de
Información Hidrológica del Guadalquivir (SAIH), la precipitación media en los
embalses de la demarcación hidrográfica ha sido 5 mm, valor ligeramente
inferior a los 7 mm correspondientes a la media histórica del mismo mes de los
25 años anteriores. La precipitación máxima registrada en este período se
ha localizado en el embalse de Siles (21,8 mm), mientras que en otros lugares
como en la zona del Quiebrajano, no se ha registrado lluvia.
Prácticamente no llueve desde el mes de mayo. En el mes de
abril se acumularon 89 mm, un 46% por encima de la media histórica, en el mes
de mayo se acumularon 48 mm, un 7% por encima de la media, pero el mes de junio
ya fue bastante seco, donde la lluvia acumulada fue de 5 mm, un 58% inferior a
la media de los últimos 25 años durante el mismo mes (12 mm). Una situación que
no ha variado desde entonces.
En lo que respecta a la precipitación media anual, el valor
acumulado desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre) hasta el 31 de
agosto es 526 mm, lo que se traduce en un déficit de precipitación del 7% con
respecto al valor medio de los 25 años anteriores (564 mm).