Una alimentación saludable es lo mejor para el cuerpo. Foto: Antonio Marín. |
Tras la aprobación de la segunda prórroga del estado de alarma por el
Congreso de los Diputados, el Ministerio de Consumo ha puesto en marcha
una campaña dirigida al fomento de hábitos saludables en los hogares
españoles.
A través de la red social Instagram, el ministerio lanza una
serie de desafíos a la población, los conocidos challenge, con los que
se anima a recuperar la cocina tradicional y apostar por los productos
de temporada en la cesta de la compra.
Los challenge son un juego dentro de la popular red social con el que, durante el confinamiento, los usuarios se desafían unos a otros con una serie de retos que, una vez superados, comparten con sus seguidores a través de vídeos en sus perfiles sociales.
Los challenge son un juego dentro de la popular red social con el que, durante el confinamiento, los usuarios se desafían unos a otros con una serie de retos que, una vez superados, comparten con sus seguidores a través de vídeos en sus perfiles sociales.
Así, el Ministerio de Consumo ha lanzado hoy
ocho desafíos diferentes, animando a la ciudadanía a realizar sus
propios vídeos sobre cómo elaborar comidas sanas en familia, recetas
tradicionales y cesta de la compra a base de productos de temporada y
sin comida basura. Además de poner el foco en la alimentación, la
campaña de desafíos también incluye retos relacionados con otros hábitos
saludables como dejar de fumar o moderar el consumo de bebidas
alcohólicas durante el confinamiento.
En la misma línea, desde el
Ministerio de Consumo se anima a la población a mantener conductas
sostenibles que cuiden la salud del planeta durante el estado de alarma.
Así, se propone que se prioricen las compras en el comercio de
proximidad a la vivienda porque, además de asegurar el mantenimiento de
la economía local y de nuestro barrio, evitan desplazamientos
innecesarios.
Sobre la cesta de la compra igualmente hay desafíos
enfocados a mejorar la salud colectiva y, para ello, Consumo recuerda el
impacto que tienen sobre el medio ambiente los plásticos de un solo
uso. También pide que se priorice la compra de aquellos alimentos que
puedan ser adquiridos a granel o con el envasado mínimo, evitando
siempre los comestibles excesivamente envasados, como las piezas
individuales de fruta con cáscara envueltas en plástico.
En
cualquier caso, desde el ministerio se apuesta, preferentemente, por
alimentos envasados en materiales distintos al plástico, ya que muchos
de ellos son reutilizables y más fácilmente reciclables.
Alimentación saludable.
Consumo
acompaña sus desafíos con una guía que recoge una serie de consejos
para hacer compatible el confinamiento con una alimentación saludable.
Así se advierte de que no sólo los alimentos procesados son duraderos
sino que también lo son los productos frescos de temporada. El
ministerio propone para el mes de abril priorizar el consumo de
albaricoque, cereza, fresa, kiwi, naranja y mandarina, entre otras
frutas.
En cuanto a la cesta de verduras, Consumo pide también
priorizar aquellos productos que son propios de este mes como acelga,
alcachofa, berenjena, brócoli, calabacín, calabaza, coliflor, espárrago,
espinaca y judía verde.
Dado que la población ha visto reducida
su actividad diaria y, por ello, tiene un menor gasto calórico, el
Gobierno recomienda reducir el consumo de grasas, bollería, azúcar,
pastelería y bebidas azucaradas.
Dieta mediterránea y tradicional.
Debido
a la cantidad de tiempo libre que pasamos en casa, desde Consumo se
invita a los padres y madres a que aprovechen para acercar a los niños,
niñas y adolescentes a la cocina.
Así, el ministerio recuerda que
la buena alimentación pasa, necesariamente, por recuperar el
conocimiento de los productos de la dieta mediterránea y la cocina
tradicional. De la misma forma, se recomienda recuperar los platos,
recetas y sabores tradicionales que forman parte de nuestra herencia
cultural.
Por último, el Ministerio de Consumo recuerda que la
gastronomía española es rica en cocina de aprovechamiento y, por ello,
también resulta muy sano, económico y sostenible recuperar recetas que
permiten multiplicar los platos.