El Obispo de Jaén presidiendo una celebración religiosa. Foto: Antonio Marín. |
Este lunes, a las 20 horas, el Obispo presidirá, en la
Catedral de Jaén el funeral por las víctimas del COVID-19. El deseo del Prelado
jiennense, Don Amadeo Rodríguez Magro, es que “se celebre en todas las
parroquias de nuestra Diócesis ese día, para darle un carácter diocesano”.
Este funeral por las víctimas del COVID-19 se celebrará en Lopera el próximo día 3 de julio, a las 21.00 horas, y estará organizado por la Parroquia de Lopera en colaboración con la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento de Lopera.
“La cercanía de la Iglesia a las víctimas del COVID -19 se ha puesto de manifiesto de diversos modos en nuestro país y en nuestra Diócesis. La creatividad de la caridad cristiana a lo largo de la historia, de la que hablaba Benedicto XVI (Deus caritas est 40), ha encontrado nuevas formas de expresión en estas difíciles circunstancias”, así lo expresaba el Vicario General y Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, D. Francisco Juan Martínez Rojas.
Este funeral por las víctimas del COVID-19 se celebrará en Lopera el próximo día 3 de julio, a las 21.00 horas, y estará organizado por la Parroquia de Lopera en colaboración con la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento de Lopera.
“La cercanía de la Iglesia a las víctimas del COVID -19 se ha puesto de manifiesto de diversos modos en nuestro país y en nuestra Diócesis. La creatividad de la caridad cristiana a lo largo de la historia, de la que hablaba Benedicto XVI (Deus caritas est 40), ha encontrado nuevas formas de expresión en estas difíciles circunstancias”, así lo expresaba el Vicario General y Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, D. Francisco Juan Martínez Rojas.
Del mismo modo, Martínez Rojas indica que “una de
las iniciativas que se impone ahora es acompañar en el duelo a tantas personas
que se han visto afectadas por la trágica pérdida de seres queridos, y celebrar
la Eucaristía por los difuntos que no tuvieron misa exequial”.
El próximo lunes toda España estará ya en la nueva
normalidad, lo que supone que se incremente el aforo de la Catedral, pero
siempre respetando la distancia social y el uso de mascarillas.